Muchos accidentes pueden evitarse recordando estos consejos
En 2006 tuvimos que salir al rescate de 29 personas. No es difícil perderse en la montaña si se entra en zonas que no se conocen, y ante un cambio brusco de tiempo -la niebla, por ejemplo- es fácil perder el rumbo. Para que el final de una excursión no sea la caída por un barranco, no camines por zonas abruptas o desconocidas, informa previamente a alguien de la ruta que vas a seguir y del tiempo que piensas emplear, y lleva un teléfono móvil que será útil para pedir ayuda.
Hay una primera medida que es la regla de oro para disfrutar del campo y la montaña: no camines solo.
Ante la llegada de vientos fuertes la primera medida que debes tomar es asegurar los objetos móviles: macetas, bidones, antenas, toldos porque todos ellos pueden convertirse en proyectiles mortales contra las personas.
Como en el caso de las tormentas, no pienses que el vehículo es capaz de aguantarlo todo, con vientos muy fuertes el coche se desplaza y se convierte en una máquina a la deriva.
Aunque el verano sea la época de mayor incidencia, los incendios forestales no ocurren sólo en esa época. En invierno no se puede bajar la guardia porque también se registran conatos.
El 99% de los incendios forestales tienen detrás las manos de las personas. Imprudencias como una barbacoa mal apagada, una quema descontrolada de rastrojos, o unas chispas por uso de maquinaria, reflejan que mucha gente no tiene conciencia del peligro.
Muchos incendios son intencionados, provocados por razones económicas, por hacer daño a otros o, aunque parezca increíble, sin motivo alguno.
Si te duele tu Isla, si amas tu Isla, ayúdanos a que todos comprendan que el fuego destruye nuestra tierra, y pone en peligro la vida de las personas.
En 2006 se quemaron en Gran Canaria 72 hectáreas en 62 incendios forestales.
Parte de los incendios forestales que ocurren en la Isla se producen por la quema descontrolada de rastrojos. Nadie puede quemar desechos -ni en el campo, ni en el jardín de su casa, y en ninguna época del año- sin tener una autorización.
Para este tipo de quemas hay que pedir permiso en el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, o en sus oficinas comarcales situadas en el Vivero Forestal de Tafira, Artenara, Cruz Grande (San Bartolomé de Tirajana) y las Mesas de Ana López (San Mateo). Igualmente hay que comunicarlo al Ayuntamiento correspondiente y a los propietarios colindantes.
En invierno el agua, tan necesaria y tan beneficiosa, se convierte en el mayor peligro potencial. Atención a las tormentas, precisamente por ser escasas nos pueden coger desprevenidos. Recuerda que el agua de las lluvias toma los caminos más fáciles: barrancos y carreteras.
Si llueve no camines por los barrancos ni los atravieses, no acampes ni estaciones el coche. Una "ola de agua" formada en un punto alto puede bajar de golpe, no avisa, y se lleva por delante todo lo que encuentra a su paso. No confíes en la potencia de tu vehículo, en una carretera descendente el agua la convierte en una pista de patinaje y el coche no responde. Lo mismo ocurre con las vaguadas, no las atravieses porque el coche puede ser arrastrado por la corriente. Las lluvias también provocan desprendimientos en las carreteras, tampoco avisan, así que lo más prudente es no transitar por ellas.
Si caminas por el campo y te coge una tormenta busca refugio; como no es fácil encontrarlo lo mejor es no salir si amenaza una tormenta. Si hay aparato eléctrico no te refugies nunca bajo los árboles ni cerca de estructuras metálicas.
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